*A QUE LLAMAMOS VALORES*

Guía de Aprendizaje: GUÍA_01_PRINCIPIOS_Y_VALORES

Resultado (s) de Aprendizaje: RAP 01: Interactuar en los contextos Productivos y Sociales en función de los Principios y Valores Universales.
Actividad de Aprendizaje: 01_2: Reconocer la clasificación de los valores según su naturaleza, personal, moral socio-cultural


¿A qué llamamos valores?

Definir lo que son los valores no es asunto fácil. Podemos empezar diciendo que los valores son estándares interiorizados con los cuales juzgamos el mundo y lo clasificamos en categorías de bueno o malo. En este sentido, podemos decir que un valor es una creencia, o una tendencia a creer en la bondad o maldad que se le puede atribuir a una acción o una situación.

Hay gente que piensa que los verdaderos valores son pocos, y que son muy relevantes y centrales para nuestra vida. Otros piensas que los valores son simplemente gustos, y usan el término “valor” mucho más libremente, para referirse a cualquier cosa de la que estamos a favor o en contra. Algunos otros tienden a pensar que un valor debería verse en la acción, en la conducta, pues es una tendencia a actuar de determinada manera. Otras personas consideran que los valores son solamente positivos, y que aspectos que consideramos “negativos” tales como la traición, el robo, o la irresponsabilidad, no son verdaderos valores aunque existan personas que los persigan y los consideren metas para su vida.

¿Por qué no son iguales todos los valores? Ellos pueden tener distinta naturaleza, pues existen diferentes categorías o “dominios” de valores. Por ejemplo, veamos los siguientes tres valores:

1.    Considero que la justicia es un derecho de las personas. .
2.    No me gusta que en un entierro se usen vestidos de colores. A un entierro debe irse con ropa oscura en señal de respeto.
3.    Me encantan los helados de chocolate, los prefiero a los de vainilla.


Aunque distintas, las tres afirmaciones nos muestran valores. El deseo de justicia es un valor moral, el gusto por el luto es un valor socio-convencional, y la preferencia en los sabores es un valor personal. Así, si bien estamos tratando con valores, cada uno de ellos pertenece y hace referencia a un dominio valorativo distinto.

Los valores personales son aquellos que expresan gustos o preferencias individuales. En ellos no hay acuerdos ni reglas, ni existe legislación posible para gobernarlos. Uno no puede estar equivocado, ni tener la razón sobre lo que al otro le gusta o escoge. Los valores personales expresan nuestras diferencias como personas, aquello que nos gusta, o que preferimos sobre otras cosas.

El mundo de los acuerdos sociales y las convenciones tiene que ver con nuestros valores sociales. Aunque a uno le guste mucho vestir en pantalones cortos todo el año, en la oficina donde uno trabaja puede existir una norma por la cual no se nos permite ir a trabajar llevándolos. Las personas hemos creado normas y reglas de urbanidad que deben seguirse si deseamos convivir de manera más o menos razonable. Hay reglas de cortesía, reglas sobre cómo debemos vestir, reglas de tránsito. Se trata de costumbres y normas sociales que son casi siempre culturales, y que pueden ser modificadas si el grupo o la autoridad así lo decide.

Ahora, cuando hablamos de valores morales estamos entrando a un terreno distinto. Los valores morales son aquellos que se distinguen por su universalidad, que no se justifican por una ley, sino por su propia naturaleza ética. Ellos no están abiertos a gustos locales, a caprichos o a costumbres; de no ser respetados, tienen un potencial intrínseco para herir y hacer daño. Los valores morales son difíciles de definir, precisamente porque el término “valor”, en general, se usa con descuido.



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